Marcha por Alejandra: “LA FAMILIA NECESITA UNA CONDENA FIRME PARA ESTAR EN PAZ”

La movilización fue acompañada por distintas organizaciones locales y llegó hasta la Casa de Gobierno jujeña, donde también se exigió justicia por los otros asesinatos cometidos en 2020 y que ubicaron a la provincia con la tasa de casos más alta del país, ya que según informes de agrupaciones como Mumalá el año pasado hubo 11 mujeres asesinadas.

"Están pendiente de producción pruebas que ya se podrían haber ordenado y que implican toda una demora, cuando la familia lo que necesita es certidumbre y una condena firme para estar en paz", dijo a Télam Mariana Vargas, abogada de la familia de Alejandra y referente de la Multisectorial de Mujeres de Jujuy.

La letrada detalló que a "laboratorio se mandó solo una parte de la prueba que hay", por lo que quieren que "también se envíen los hisopados de los rastros en las uñas de Alejandra".

Finalmente, señaló que de momento, por la feria judicial, no se están produciendo avances en la investigación aunque el expediente está habilitado, y que, de todas maneras, lo que esperan es que "en febrero ya se pueda finalizar la etapa probatoria y se eleve la causa a juicio".

Durante la marcha por cumplirse tres meses del asesinato de Alejandra, se recordó a las distintas victimas de femicidios del último año en la provincia y se exigió el "compromiso del Estado para que no haya más asesinatos de mujeres".

Se demandó además que se "apliquen los recursos destinados a la problemática en el marco de la ley de emergencia de género" aprobada a fines de octubre en la provincia luego de múltiples marchas diciendo basta femicidios en Jujuy.

Alejandra Nahir Álvarez (17) fue la quinta joven hallada asesinada en el lapso de un mes en la provincia, tras los asesinatos de Cesia Reinaga(20), Iara Rueda(16), Roxana Mazala (31) y Gabriela Cruz (24).

Su cuerpo fue encontrado en un descampado en el ingreso a San Salvador de Jujuy, a la vera de la ruta nacional 66, y por el crimen detuvieron a Rodrigo Villanueva (18), expareja de la víctima y padre de un bebé que tenían en común, de unos seis meses en aquel entonces.

Los resultados de la pericia forense establecieron que la víctima falleció por un "shock hipovolémico por heridas de arma blanca en abdomen y tórax" y el expediente fue caratulado como "homicidio triplemente calificado por la convivencia, por alevosía y por violencia de género".