
Las intensas precipitaciones registradas durante la madrugada del 25 de diciembre obligaron a los vecinos a modificar sus rutinas familiares. El temporal, de gran volumen, coincidió con los pronósticos meteorológicos que ya habían anticipado un clima adverso para la capital jujeña.




Los inescrupulosos no respetaban ninguna medida sanitaria, además de bailar y consumir bebidas alcohólicas, lo que esta prohibido en el marco de la pandemia del coronavirus. 








