Walter Morales: "ES UNA MEDIDA MUY ACELERADA":

Morales expresó su profunda preocupación y tristeza tras la suspensión de un encuentro clave, luego de que el árbitro alegara haber sido amenazado en su vestuario. “Si bien el presidente garantiza la seguridad oficial y se compromete a investigar los hechos, califica la suspensión como una "medida muy muy acelerada" que pone en juego el futuro del equipo tras un año de "sacrificio muy grande".

La suspensión de un partido crucial, con 45 minutos disputados y "un partido y medio que queda", generó una fuerte reacción por parte de la dirigencia de Gimnasia, según se desprende de las declaraciones del presidente del club.

El encuentro se detuvo debido a que el árbitro reportó haber sido amenazado por alguien que ingresó a su vestuario, lo que comprometió su seguridad. Relató que se enteró de la situación por el propio árbitro.

 Ante esta denuncia, el club se comprometió a tomar cartas en el asunto: "nos pondremos a ver si es que es verdad y si pasó eso y tomar las medidas del club pertinente para que eso no vuelva a ocurrir". Además, si las denuncias tienen sustento, tomarán "medidas que correspondan".

Seguridad y Garantías Personales

A pesar de la denuncia, el directivo intentó asegurar la continuidad del juego. Morales habría entrado personalmente al vestuario para garantizarle al árbitro la seguridad para la continuidad del partido, ofreciéndose incluso a acompañarlo "hasta el aeropuerto y hasta su casa". El presidente destacó que el estadio posee un alto sistema de seguridad y que los vestuarios están "muy bien definidos, muy bien seguros, muy seguros," a diferencia de otras canchas de la B Nacional.

No obstante, la decisión de suspender se mantuvo. El presidente considera que para que sus garantías personales no fueran suficientes, "tendría que haber sido realmente muy pero muy grave la situación". A pesar de esta duda, indicó que solicitará el informe oficial para analizar "qué medidas tomemos nosotros también en gimnasia".

El Sacrificio de un Año en Juego

La mayor preocupación del club radica en que la situación disciplinaria anule el esfuerzo de toda una temporada. El presidente lamentó que se esté "poniendo en juego el futuro un año, un año de mucho sacrificio". Hizo hincapié en el esfuerzo logístico y económico que realiza el equipo, siendo de "una provincia periférica del extremo norte del país" y viajando "cada 15 días".

"Hemos hecho un esfuerzo muy grande todo el año este para que termine así," expresó el dirigente, señalando que lo que más le afecta es ver "tantos meses de sacrificio este que se pueden ir por una situación que realmente me parece que se podría haber controlado y que se podría haber hecho de otra manera".

Prioridad a la Persona y Crítica a la Medida

Si bien el club desea que la definición del torneo "se termine", el presidente subrayó que la seguridad personal es prioritaria. "Primero están las personas primero, antes que nada," afirmó, y agregó que quiere que "el árbitro se vaya tranquilo y que esté bien". El directivo defendió la difícil tarea del árbitro, describiendo la suya como una de las "profesiones más ingratas porque son los seres humanos más insultados en la República Argentina".

Sin embargo, en su análisis, cuestionó la celeridad de la decisión, catalogando como una "medida muy muy acelerada para mí gusto". Finalmente, hizo un llamado a "desdramatizar" el fútbol, recordando que "es un deporte, no se nos va la vida en esto".